martes, 1 de septiembre de 2009

Cierta abertura abandonada en nuestro suelo



¿Que sientes cuando quemas ese topacio malgastado en tu cuerpo?
Jamás los has visto brillar bajo la luna con su exotismo cuando hacen que tu sexo se caiga a pedazos por ser solo lascivo y no ver en la profundidad del alma.
Ningún adorno te dará la belleza de la tierra.
Valles lunares decantan en terrenos mustios, desérticos.
Veneno y miasma en el aire
veneno y catacumba es el agua.
La travesía de una piedra preciosa.
Capciosa es el agua de tu cuerpo sin luna,
es valle de acera, arrecife de smog.
Ve aquí a tu instinto
busca formas de suicidio inconsciente,
ya no permite la luz a tus ideas,
hay toque de queda al albor de tu alma
y en mis labios un gusto rancio.
¿Cómo serán tus besos, sino picaduras de cobras en celo?
Cortaría todas tus cabezas si supiese que eres el único ser de tus cualidades.
Hidra de tez volcánica, ya nada aflora de tu piel,
ni traspiración ni arte,
los hedores han cesado y son fragancia
alegorías que has decidido explotar en los ilusorios.
Las pinturas del ocaso han sido acalladas en ti por pintores desquiciados
Que pintaron tu tiempo de negro.
Será un karma simbiótico el que defenestre tu rambla.
Lava sobre mí heridas pasadas y frutos añejos que hoy son vino,
seré Dioniso de tus vendimias,
me mataras como una ménade en trance
y no recordaras nada.
Pero al igual serás una asesina.
Y cuando mi cuerpo sea flor o sea bálsamo,
cuando mi esencia sea duende o gnomo alusivo,
yo brillare en los valles y regurgitare mi odio en color y luz
nitidez y paciencia,
percepción y catalización.
Colgare de tu cuello como un péndulo y cambiare tus doctrinas,
como la luna del sol me alimentare de ti.
Y ya no serás mas que una dormida sobre las influencias.

Hay un ocaso que te llama a lucir espléndida
sin corromper tu cuerpo
reconstruyendo tu alma.
Ya no habra dolor ni barreras.
El estio nos hara reales,
nos guiara a las estrellas y nos hara aflorar como el loto.